un humano pasea un bebé cocodrilo,
un dálmata abraza a un gato,
Peter Pan llora desconsoladamente en un autobús,
o Superman discute con Batman por una galleta
mientras una mariquita persigue a un león.
A veces pienso qué sería del mundo si todos los días fuesen carnaval
y cada mañana nos cambiásemos el traje de la personalidad,
quizás estaríamos algo más locos, pero sólo algo más.
1 comentario:
¿Es que no es todos los días carnaval? Hay que decírselo a la madrileña del barrio del Carmen, que deje de asustar al personal.
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