Se acabó lo que se daba, si es que había algo que dar.
Como los niños pequeños tratando de esquivar la temida vuelta al cole.
Sólo pensar en la eterna rutina de este curso,
tan laaaargo y tan falto de alicientes.
Francamente me niego a pisar mi cama y entrar en esa otra dimensión para tener que abandonarla a las 7 de la mañana, otra vez no.
Como subir una enorme cuesta
sin esperar nada arriba, sólo llegar por necesidad.
Sin ideas ni ganas de encontrarlas,
sin historias que contar ni ganas de escuchar otras.
Eso de año nuevo vida nueva que se lo expliquen a otro.
O que el mundo gire de un tirón y caiga todo patas abajo,
para poderlo recolocar a mi antojo.
Llámalo desgana, pereza, crisis post-vacacional..........o llámalo X.