Es verdad,
que sólo eres la estela de mis planes buenos,
ya no eres ni los posos de esta gran botella,
ya no eres ni el rencor ni el temor ni la huella,
tan sólo eres el polvo de un salón vacío,
tan sólo el eco de no tener nada,
tan sólo los residuos de quererlo todo.
Es verdad.