miércoles, 8 de abril de 2009

entes separados

(...)¿Morirá Hyde en el cadalso?
¿O encontrará en sí mismo el valor suficiente para liberarse de sí mismo en ese último instante?
Dios lo sabe,a mí me tiene sin cuidado; ésta es la hora verdadera de mi muerte y lo que venga espués concierne a otro y no a mí mismo.


Y por eso, al dejar la pluma encima de la mesa y proceder a lacrar mi confesión, pongo fin también a la vida del desdichado Henry Jekyll.

1 comentario:

supersalvajuan dijo...

¿Y nadie se acuerda de la pobre Marie?