¿Cuántas veces había corrido tras una página suelta y la había visto convertirse en un pájaro mientras el viento la elevaba? Todas las cosas tenían su propia alma.
Las hojas, las piedras, una lata en el suelo, una bolsa vacía, una copa rota, una botella abandonada en un rincón de la calle, los postes de la luz, las ventanas abiertas, una cama desecha, un helado derretido.
Detrás de cada objeto había una historia.
Eran los ojos de los observadores los que tenían la potestad de infundirles la vida.(...)
1 comentario:
Los niños son esa raza especial
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